22 septiembre 2014

PYMES: ESTRATEGIAS DE SUPERVIVENCIA

Las condiciones en que se desenvuelven algunas variables sensibles y la obsti­nación con la que el gobierno responde a las limitaciones nos hace pensar que la crisis im­pactará en la Argentina en un momento que valoramos sumamente complejo para el Ejecu­tivo y sus visiones del futuro.
 
¿Qué podemos hacer para que el impacto sobre nuestra vida no conlleve consecuencias fa­tales? Muy brevemente precisemos el objeto de la incertidumbre.
 
La crisis[1], remite en todos los casos a una cesura, a una situación cuyo resultado podría parafrasearse al poeta diciendo “para bien o para mal, nada va a quedar igual”[2] y tiene, un largo periodo de incubación en el transcurso del cual los síntomas se van manifestando cada vez en forma más definida y precisa hasta que, un día, un acontecimiento, no importa cual, nimio, sin mucha trascendencia e importancia en sí mismo, aparece como la causa eficiente de todos los males, de todas las calamidades subsecuentes.
 
Entonces, para no alargar la cuestión, ¿qué es lo que ha pasado ahora para que se diga sin más que ESTA crisis es la peor en muchos, pero muchos años, que se desate una corriente xenófoba, gane adeptos el cierre de las fronteras comerciales, como si el fenómeno fuese una plaga contagiosa para lo cual, basta con ponerse en cuarentena, recluirse y aislarse, para garantizar el no-contagio? ¿Es aproximadamente cierto que el aislamiento internacio­nal de Argentina, resultado de su quiebra y de sus sistemáticos incumplimientos a sus obli­gaciones financieras, son una fortaleza que nos preserva de los impactos dolorosos de los que nos anoticiamos diariamente?
 
¿Por qué hace 10 años la devaluación, pese a los impactos sociales que genera, encontró un amplio consenso? ¿Cuál es la razón por la que mientras algunos sectores concitan la aten­ción por su alta conflictividad otros parecen no ser afectados? ¿Por qué mientras se verifica la caída de la inversión y el leasing ha desaparecido muchas empresas se empeñan en llevar adelante planes de inversión y reclaman, por ejemplo, que se reglamente la Ley de Promo­ción de Inversiones o que se ponga en marcha un sistema de capitalización de utilidades y otros instrumentos de financiación de la inversión?
 
Parece ser que un rasgo de estos tiempos es la no homogeneidad y la asimetría de los im­pactos que la llamada “crisis internacional” habrá de generar. El rasgo que caracteriza la “no homogeneidad” es precisamente la tendencia a la “desapari­ción de empresas, en particular las PYME debido a la dinámica del proceso de concentración del capital.
 
Los análisis económicos continúan abordando la problemática desde la macro, las políticas públicas elaboran planes generales y masivos y la sensación es que no se está obviando un aspecto sustantivo de la cuestión: los impactos- a diferencia de las tradicionales crisis ar­gentinas, son diferenciales, no sólo ya a nivel de sectores sino que también intra sectorial­mente.
 
La paradoja es que se hace imprescindible abordar los impactos, diseñar y desarrollar res­puestas a una crisis global pero que debe ser abordada desde lo “microeconómico” lo que obliga casi a un análisis caso por caso una suerte de política económica especializada, a medida, ¿es esto posible?.
 
Algo es seguro, las explicaciones y las soluciones globales ya no alcanzan, los grandes agrupamientos de países han comenzado a intentar soluciones particulares, por ahora sin abandonar esas uniones, durante una década se promovieron Trade Act, ahora se promueve “el compre norteamericano”.
 
¿Cuáles son las estrategias que se comienzan a implementar en las PYME con el objetivo de sobrevivir:
 
·         Reprogramación o eliminación de horas extras (en muchos casos con compensación a los trabajadores). Absorción de “anticipos a cuenta de futuros aumentos”. Ajuste de los niveles salariales a los niveles convencionales. Eliminación de “bonus” o premios anua­les. Mayor rigurosidad en los pagos por productividad, puntualidad, asistencia, etc. No se han eliminado ni suspendido los comedores ni se han ajustado los menús. En general se mantienen los beneficios “no salariales” aunque es posible que los mismos sean rene­gociados o ajustados de mantenerse la situación.
 
·         Si bien hemos detectado que hasta ahora los despidos (como consecuencia de la reducción de ventas y ajuste patrimonial de la PYME) se han llevado adelante por goteo, esa metodología, acusa en las estadísticas del INDEC que sólo en junio de 2014 se han perdido más de 25.000 empleos (algo así como 100.000 argentinos reducidos a la marginalidad y la exclusión) en un proceso que recién se inicia.
 
·         Queremos señalar que las pérdidas de puestos de trabajo señaladas por el INDEC son sólo un indicador. El problema es más grave porque nada dice del modo en que éstos requieren a la PYME la liquidez necesaria para hacer frente a los mismos (dado que en general se trata de antigüedades altas o la necesidad de adicionar “ayudas financieras” para evitar la posible conflictividad de los mismos derivados del Sistema de ART. Si bien en general negociado y pagado en cuotas, afectan el capital de trabajo de modo muy importante impidiéndole a la empresa ampliar su giro.
 
·         En éstos casos, y dado que en muchos casos, se trata de personal con mucha experiencia o bien capacitados y que las plantas de trabajadores estaban muy ajustadas, el Empresario PYME debe tener presente que en caso de revertirse el ciclo, le demandará costos adicionales volver a recontratar y especializar a los trabajadores.
 
·         Por lo señalado anteriormente, y con la mirada puesta en la deseada presencia de la PYME en lo que denominamos “la post crisis”, RECOMENDAMOS que, salvo que se detecte sobre actuaciones en la planta de personal o la existencia de falta de productividad o de manifiesta falta de disciplina por parte del trabajador, NO disminuir la panta de personal y sostener los niveles actuales.
 
·         En caso de trabajadores a los que les falte muy poco tiempo para acceder a la jubilación y salvo que ocupen oficios muy difíciles de suplantar (matriceros, por ejemplo) RECOMENDAMOS la posibilidad de anticiparle los salarios faltantes para la la jubilación y si es necesario recontratarlo pero ahora, externalizando la provisión de los servicios.
 
·         Evaluar la posibilidad de acceder a los planes oficiales de sostenimiento del empleo que en general consisten en hacerse cargo de una parte del salario del trabajador (REPRO, PREBO (Bs As), etc)
 
·         Los ajustes a los planteles, que aún NO se han verificado en las PYME (incluso en secto­res que públicamente han llamado la atención por el impacto que podría ya estar generando la situación económica) serán muy “meditados”. Debe tenerse presente la importante inversión en el desarrollo de capacitación y entrenamiento que desarrollaron las PYME en relación con su personal en los últimos 5 años. La posible pérdida de éste “capital intelectual” será motivo de un análisis muy detallado y exhaustivo por parte de la PYME llegado el caso.
 
·         En síntesis, nuestra RECOMENDACIÓN es evitar despidos. No resulta una estrategia que resuelva de modo fundamental y estratégico el impacto de la crisis en la Empresa.
 
·         Ajustes de gastos generales (ajustes a las dimensiones de las “cajas chicas”, disminu­ción de los niveles de autorización de gastos extraordinarios, mayor control de erogacio­nes no asociadas a la producción, etc.)
 
·         Deben renegociarse los contratos de Consultaría, por ejemplo asociados a Programas de Calidad Voluntarios (Normas ISO 9000, 14000) y a otros Programas de Trabajo orientados a la capacitación Interna o el Posicionamiento Comercial tratando en lo posible de organizar el acceso a los planes gubernamentales que los financian mediante Aportes No reembolsables ( PACC y otros).
 
·         Los Programas relacionados con lo estrictamente productivo (ingeniería, mantenimiento, medio ambiente, control de proce­sos, etc.) ya fueron renegociados en términos de costos de honorarios y en muchos casos se los internalizo. Las erogaciones por honorarios asociados a la gestión (contadores, abogados y asesores en general) fueron renegociados. Se demanda mayor productividad (es decir mejor relación costo/servicio) y que éstos tengan una mirada crítica sobre la Empresa y contribuyan a detectar “costos ocultos” que deben ser removidos. En suma RECOMENDAMOS reclamar y exigir mayor compromiso y responsabilidad por parte de los profesionales asesores.
 
·         Ajustes en los gastos de representación y otros gastos asociados a la “imagen” o posicio­namiento comercial. En particular los gastos de viaje (por ejemplo hemos verifi­cado que el valor del km recorrido para la liquidación de los gastos de viaje, gastos de estadía y  manutención. Se eliminaron, en general, los llamados “gastos de homenaje” (regalos empresarios, a clientes y otras personas vinculadas en particular a la gestión). Se cancelaron suscripciones, abonos y cuotas.
 
·         El Empresario debe dar testimonio de austeridad y evitar dar señales confusas respecto de su conducta. Esta debe, en todo momento, dar cuenta de la crisis, de su deseo de sostener la Empresa de modo formal, de mostrar coherencia y consistencia en sus actos. Mostrarse solidario y responsable en todo momento y proactivo a todas aquellas posibles reingenierías de procesos o de costos que contribuyan a mejorar la productividad y la competitividad.
 
·         Se ajustaron los gastos  operativos relacionados con el comercio exterior. Se cancelaron participaciones en Ferias, Exposiciones, Seminarios, etc. Se reprogramaron y re planifi­caron las misiones comerciales.  En general se ajustaron los presupuestos a lo impres­cindible y a los potenciales resultados esperados.
 
·         Un aspecto importante fue la renegociación y reformulación de los costos de los seguros en particular en el rubro “rodados”. Se ajustaron las valuaciones y los riesgos cubiertos. Una medida de ésta “reducción de costos” significó alrededor de un 25% en promedio de los gastos aplicados al rubro.
 
·         En materia de producción se procedió a “recotizar” todos aquellos insumos “no estratégi­cos”. No obstante, podemos decir que en general se reformulo la política de abasteci­miento. Se trata de ajustar los stocks a los denominados “punto de pedido” o “puntos críticos”.
 
·         Se procedió a analizar la sustentabilidad de algunos productos. Así, se suspendió o repro­gramo la producción de los de menor rentabilidad o demanda.
 
·         El punto anterior nos obliga a RECOMENDAR al Empresario sostener una mirada crítica sobre lo que produce y en qué contexto se posiciona lo que produce, es por eso que, en nuestra opinión debe evitarse mostrar cierta “tozudez” respecto de tal o cual producto al que consideramos “estrella”. Reflexionar sobre ésta cuestión es fundamental y debe desarrollarse con total desapego y flexibilidad para comprender y ejecutar los resultados de ése análisis
 
·         Se ajustaron los horarios de producción, debe tenerse presente que el aumento del costo de la energía eléctrica (por eliminación de subsidios) obliga (más allá de la situa­ción económica) a analizar la planificación y programación de la producción bajo otras condiciones.
 
·         Debe tenerse pre­sente el alar­gamiento de la cadena de pagos, los incrementos en la mora (involuntaria o deliberada), el incremento de los cheques rechazados que ponen fuertes restricciones al financia­miento operativo de la Empresa. Reflexionar a “quién se le vende, cómo se le vende” lleva a tener que evaluar nuevos mercados, a intentar acceder a otros clientes que estén en mejores condiciones  y a evaluar, desapasionadamente, la relación con aquellos clientes en problemas a quienes tal vez podamos apoyar para resolverlos y sostenerlos como tales.
 
·         Sostener la liquidez es de suma importancia, porque permite una mayor flexibilidad y capacidad de negociación tanto con los proveedores como con los clientes.
 
·         Es cierto que mantener el capital de trabajo y desarrollar estrategia para ampliarlo es básico y puede ser tomado como una señal para evitar la inversión en bienes de capital. Lo que estamos recomendando es que el proceso inversor en bienes de capital u otras ingenierías asociadas, deben ser atendidas con una mirada muy crítica en cuanto a que aporte hacen ésas inversiones, en éstos tiempos y de qué modo habrán de contribuir al posicionamiento en lo que denominamos “post crisis”.
 
·         Detectamos en las PYME la decisión de continuar invir­tiendo, fundamentalmente en la mejora de procesos productivos y en aspectos sustanti­vos de la competitividad. Las limitaciones en materia de financiación encuentran aún solución por la existencia de “stocks financieros” que les permiten la autofinanciación de aquellos proyectos que son considerados estratégicos. Se tiene acabada comprensión de la selectividad con la que habrán de manifestarse los impactos de la situación económica y de la necesidad de no ahorrar en ésta materia. Los ajustes a los proyectos están más relacionados con la el modo en que visualizan la reestructuración de su mercado obje­tivo que con restricciones de costos de la inversión.
 
·         Se están renegociando los costos de los fletes y de la logística en general (gastos de distribución). La percepción de “alta nivel de capa­cidad ociosa” por parte de las Empresas las lleva a renegociar con buenos resultados esos costos.
 
·         Esta crisis de balanza de pagos impacta en la existencia de limitaciones a la obtención de insumos, partes y piezas de origen importado. En éste caso, sostenemos que deben mejorarse las presentaciones y desarrollarse con fuerte compromiso empresario. Las denuncias que procesamos de desabastecimiento obedecen más a presentaciones desordenadas y/o a situaciones puntuales que pueden ser resueltas.
 
·         Hemos detectado que muchas PYME han comenzado a informar retrasos e impagos de obligaciones tributarias y sociales. Aunque se aduce que la tasa de interés que cobran los Entes oficiales es menor que la de mercado, lo cierto es que ésa “cuenta” no es el punto más importante de la decisión. Lo que verdaderamente indica éstos retrasos o impagos es los cambios que se verifican en los flujos de fondos proyectados. Se cobra mal, se paga mal o no se paga. Se debe ser muy cuidadoso en éste tema dado que la AFIP cada vez hace más refinados los sistemas de control.
 
·         No se verifican atrasos en los pagos de salarios. De acuerdo a al momento del año en que estamos (obligación de liquidar sueldos, aguinaldos)
 
·         En general los titulares de las PYME ( o importantes directivos de las mismas o sus aboga­dos y contadores, según sea el caso) han retomado la actividad de “agilizar la co­branza” como actividad diaria personal (esta actividad había sido casi abandonada en los últimos 5 años)
 
·         No hemos verificado presiones adicionales sobre los asesores contables de las PYME para que desarrollen nuevas estrategias de ajuste a las obligaciones fiscales ni tampoco hemos verificado que la porción de economía no registrada en las empresas haya cre­cido más allá de la “normalidad” en la que se encuentra en los últimos 5 años. Los me­canismos de control y monitoreo en materia tributaria y la “toma de conciencia” sobre la relación entre “situación patrimonial expuesta y accesibilidad a instrumentos financieros de calidad” son un argumento importante a las autolimitaciones en éstas metodologías.
 
·         Si una recomendación hacemos a los profesionales asesores es contribuir a la detección de “costos de producción y operación” ocultos y que hacen a los costos de producción, a la generación de rentabilidad y finalmente a la determinación del precio.
 
·         En materia financiera, y dado los niveles de la tasa de interés vigente en los últimos 90 días, se ha limitado de modo voluntario el uso de los descubiertos o descuento de do­cumentos. No obstante esa limitación fue en muchos casos involuntaria. Los bancos ajustaron a la baja los límites a los acuerdos por sobregiros y descuentos. Si bien ésta situación permitió bajar los “costos financieros” fue una de las causas eficientes en la pérdida de calidad de la cadena de pagos.
 
·         No hemos detectado, aún, deslizamiento de PYMES hacia la marginalidad, no obstante de continuar la caída de demanda y las presiones sobre costos de producción, las estra­tegias de supervivencia, conforme lo estamos verificando en un número importante de casos, se orientarían a mantener la producción y la “calidad” de empresario, pero desde una mayor informalidad en materia de “facturación” y consecuentemente tributaria, de empleo, con menor bancarización y la aparición de mayor conflictividad intra sectorial por la competencia desleal.
 
·         Un aspecto sustantivo que preocupa ( o habrá de comenzar a preocupar a las PYME, sobre todo las que se encuentran instaladas en los “cinturones marginales” del GBA y otros agrupamientos urbanos, es las posibles denuncias que ejecuten las Organizacines Políticas (oficialistas o no) de dichos barrios sobre posibles incumplimientos a las leyes de Abastecimiento y complementarias como modo de extorsión y la posible obtención de prebendas. Recomendamos denunciar a las Cámaras Empresarias y a CAME Industrial dichos eventos.
 
·         La pregunta es ¿alcanzaran éstas estrategias?. Esperamos que sí, porque el paso si­guiente es acelerar el paso hacia la marginalidad o la desaparición silenciosa.
 
·         Comienza a manifestarse problemas serios en la cadena de pagos. Nuestro último Informe señala:
 
“El Poder Ejecutivo nacional publicó hoy en el Boletín Oficial la Resolución del MEyFP Nº 82/2014 dejando de éste modo oficializado Programa de Fomento al Consumo y a la Producción de Bienes y Servicios, denominado “AHORA 12”, tal vez sea importante ver el estado de la cadena de pagos en materia de cheques.
 
En los últimos 3 meses (06/14 al 08/14) la relación (en cantidad de cheques) compensados sobre los rechazados pasó de 2,49 a 5,13 esto nos indica un crecimiento del 106%. Pero a su vez se libraron un 6% menos de cheques en el trimestre, aunque si se lo compara con el mes anterior (julio2014) la caída en el libramiento de cheques fue del 14,41%.
 
En tanto el circuito productivo (y en particular de las PYME) se “mueve” a través del libramiento de cheques existen 3 posibles explicaciones:
 
1.    Que se está estirando la cadena de pagos y directamente no se libran cheques
2.    Que la caída en el libramiento de cheques está indicando una menor actividad económica, es decir, convalidando el “enfriamiento de la economía”, apuntalada ésta afirmación con el insoslayable crecimiento de la relación entre cheques compensados /rechazados.
 
Cabe destacar que el valor del cheque compensado promedio ascendió a $21.937 lo que significó un incremento del 2,08%, pero el valor del cheque promedio rechazado creció un 7,793 ($ 19.022 en agosto de 2014) lo que está indicando
 
3.    Una creciente iliquidez en los libradores de cheques para hacer frente a los documentos emitidos (preferimos manifestarlo así para no hacer referencia a la existencia de un descalce en la cadena de “cobros/pagos” que el empresario no está en condiciones de solventar, es decir evidencia su condición de insolvencia, debilidad difícil de resolver y que entendemos se agravara con el correr de los próximos meses)
 
Si la mirada se posa sobre los valores (expresados en valores corrientes, es decir no deflacionados o calculados a valores actuales) la relación entre compensados/rechazados pasó en el trimestre bajo análisis de 2,05 a 4,44. Esto significa que en el trimestre la relación creció un 116,32%. A su vez se pasó de un monto de cheques rechazados de $3.290.348 a $ 6.877.957, volvemos a señalar la situación de insolvencia que dado el valor de los cheques promedios rechazados es evidente que afecta directamente a las PYME.
 
Conclusión:
 
Alertamos a los industriales PYME sobre la calidad de una cadena de pagos que se esta deteriorando. Esta conclusión puede ser interpretada en el sentido de que los números expuestos alientan el pesimismo y son funcionales al enfriamiento productivo (evitamos la palabra recesión porque aún nos resulta muy fuerte), es decir el pesimismo que muestra la información que muestra el Banco Central de la República (que es nuestra fuente) actúa como una “profecía auto cumplida” y profundizar el enfriamiento productivo.
 
En nuestra opinión, la insolvencia que se expone en las PYME es un indicador muy peligroso respecto a cualquier estrategia de supervivencia que se elija, y los cierres silenciosos, las convocatorias y en muchos casos las quiebras llevaran a la desaparición de miles de PYME.”
 
·         Bajo estas condiciones, sumado a que hemos comenzado a detectar acumulación indeseada de los stocks de productos terminados, pueden comenzar a llevarse a cabo decisiones muy negativas para las PYME.
 
Esas decisiones tiene por objeto, dada la tasa de interés para descuento de documentos, la acumulación indeseada de stocks y el aumento creciente de los costos (aun hiper inflacionados), a que el empresario se vea obligado a recuperar el capital de trabajo y recuperar liquidez. Se da inicio a un proceso de deflación absolutamente indeseado de graves consecuencias para la economía.
 
Para ello se comenza a producir un fenómeno de precios a la baja en la “puerta de fábrica” forzado por la falta de capital de trabajo por parte del empresario (iliquidez que se verifica en el desempeño de cadena de pagos con cheques)
 
·         Ahora bien, conforme el empresario “liquida” su stock y recupera cierto nivel de liquidez, se le plantea la disyuntiva de producir o tomar activos de resguardo.
 
·         La decisión de producir le indica que como todavía los precios de las materias primas e insumos contienen “sobre precios” derivados del proceso inflacionario, los volúmenes de producción serán menores y los valores de producción mayores. ¿Cómo salvar ésta asimetría?. La respuesta es obvia: produce menos unidades.
 
 
·         Se da así el inicio de un proceso que de recesión que se convierte en depresión, porque el empresario no repone todo el capital de trabajo en la producción sino que orienta parte de su capital recuperado a activos de resguardo ( en general inmobiliarios o carteras dolarizadas)
 
·         Esa combinación de liquidación de stocks indeseados y tendencia a la baja de los volúmenes de producción, genera la necesidad de replantearse estrategias diversas para sobrellevar ésta etapa.
 
·         En nuestra opinión, sin caer en la tontería de que “crisis es oportunidad”, recomendamos a los Empresarios llevar adelante un profundo análisis del negocio que desarrollan y su nivel tecnológico o las posibilidades de acceder a él, en tanto es ésta la variable que discrimina.
 
·         Sin embargo, la cuestión empresaria, y fundamentalmente para las PYME, nos es sólo sobrevivir -que lo pueden hacer- sino lo que denominamos la “POST CRISIS”, es decir, el momento en que “la tormenta ha pasado” o ya se preanuncia el fin de a misma.
 
·         ¿Quiénes habitaran ése nuevo territorio dejado por el paso de las tormentas y huracanes que son las “crisis”.
 
·         La respuesta es muy sencilla: sólo aquellos que tomen la decisión AHORA, en plena crisis” de desarrollar PROYECTOS DE INVERSION para la “post crisis”. No se trata de esperar que esta llegue e iniciar allí el proceso de reflexión previa y organización que un Proyecto de Inversión requiere.
 
·         NO. Las empresas (y obviamente los empresarios) que tienen la firme decisión de atravesar la crisis y posicionarse, en mejores condiciones competitivas en la “post crisis” inician YA el camino de la inversión.

[1] El sustantivo griego “crisis” que designa la acción de “discernir, juzgar deviene del verbo griego “krinein” que significa “dividir, separar”. De allí que la palabra “crisis” remita básicamente a un momento de ruptura, de discontinuidad, de transformación y no de cambio, en tanto no puede asegurarse la continuidad. La versión latina indica que su origen está en el verbo “discrimen” (decisión, división). Para quienes provenimos de la cultura greco-latina, la referencia a la existencia de una “crisis”, poco y nada tienen que ver, en principio con la simultaneidad de una referencia a la “oportunidad”. Esta surge o no luego de que ya se ha producido de modo irreversible la “krinei”, es decir, la división y la separación. En idioma inglés, “crisis” remite a “breakdown” (collapse, crack-up), tampoco acá aparece la referencia a “la oportunidad”.
[2] Mario Benedetti

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